La espuma es una dispersión de aire y otros gases en un líquido o sólido. Hay productos en donde se agrega espuma de manera intencional con el fin de mejorar la calidad; ejemplos son: Champúes, espuma de afeitar, limpiadores de tapicerías, espumas de poliuretano u otros polímeros aislantes. Sin embargo, en la mayoría de procesos industriales, las espumas son un elemento indeseable que debe ser eliminado. En esta situación es cuando se recurre al uso del antiespumante.
Las espumas estorban en los procesos productivos en que los líquidos, sobre todo el agua, tienen una función importante como medio de transporte. En el peor de los casos, podrían llegar incluso a detener el proceso completo. Además las espumas pueden ser motivo de una producción más baja y de productos acabados de peor calidad.
Las espumas que se deshacen rápidamente no suelen causar problemas y no requieren un antiespumante. Sin embargo, las espumas más estables persisten incluso después de secarse. Normalmente, estas espumas sólo se forman si el agua contiene agentes tensoactivos, como humectantes o emulsionantes, como puede ser el caso de productos como la bentonita o el lauril éter sulfato de sodio.
La espuma se puede controlar de dos maneras:
- Mediante desespumantes, que son productos que destruyen la espuma que ya se ha formado, aunque no impiden la formación de espuma nueva.
- Mediante antiespumantes, que son productos que previenen la formación de espuma.
Normalmente, la acción conjunta de estos dos productos da excelentes resultados. La mayoría de los antiespumantes funcionan mediante la introducción de defectos en la lámina de espuma. Las burbujas de espuma se revientan debido a la presencia de finas partículas sólidas hidrofóbicas contenidas en la formulación de los agentes antiespumantes.
Tipos de antiespumante
Antiespumante Siliconados: Se compone de silicona hidrofóbica, dispersándose por el aceite de silicona. Suelen ser más útiles a la hora de usarse en espumas superficiales, en el aire atrapado en líquidos, y especialmente eficaces para prevenir la espuma en pinturas y recubrimientos plásticos.
Antiespumante Orgánico: Es aquel producto que se basa, esencialmente, en aceites minerales o en agua. En los de aceites, los componentes se basan en mezclas de aceites vegetales o minerales, y se utilizan sobre todo para romper la espuma en los distintos tipos de superficies de otros productos. En los compuestos de base agua, los aceites y ceras se ven distribuidos por la base acuática, y son más útiles a la hora de liberar el aire atrapado por otros líquidos o las pinturas industriales.
Antiespumante Grado Alimenticio: Muestran una gran efectividad frente a cualquier tipo de surfactante, especialmente no iónico, además de emulsiones de elevada estabilidad que puede ser utilizada dentro de un amplio rango de pH.
Los antiespumantes grado alimenticio se pueden usar para: lavado de frutas y verduras, lavado de huevos en la industria avícola, lavado de botellas y envases reutilizables; proceso de carne, aves y mariscos; control de espuma en lavado con agua marina; control de espuma generada por proteínas, fosfatos y surfactantes en plantas de tratamiento de aguas residuales.
Usos y aplicaciones de los antiespumantes
Se utilizan para impedir o reducir la formación de espuma en los productos fluidos, o que se encuentran en estado líquido. Las posibles aplicaciones de estos productos abarcan áreas como:
- Formulaciones agrícolas.
- Procesamiento de petróleo y químicos.
- Formulaciones especiales químicas (tales como limpiadores alcalinos y detergentes de trabajo pesado)
- Endulzamiento de gas.
- Sistemas de tratamiento de agua.
Además, los antiespumantes utilizados en el área de alimentos tienen los siguientes usos debido a su certificación 3H otorgada por la NSF.
- Aditivos en sistemas en que existen compuestos lipídicos como aceites y grasas. Como en el caso del procesamiento de aceite vegetal más utilizado para freír, procesado de vinos, mermeladas, en carnes rojas y de aves; para el aprovechamiento de la grasa animal contenida en estos productos. Así como, en mariscos enlatados, procesos de fermentación, procesamiento de vegetales, entre otros.
- Uso directo en bebidas, sopas y mermeladas.
- Uso como sustancia base para elaborar compuestos o emulsiones estables de grado alimenticio.
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